miércoles, 8 de febrero de 2017

Origen, la hipótesis del sueño

   Origen es una película estadounidense estrenada en 2010, escrita y dirigida por Christopher Nolan. Trata la historia de Dom Cobb, un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. Sin embargo, para poder cambiar de vida debe hacer  lo contrario de lo que ha hecho siempre: la incepción, que consiste en implantar una idea en el subconsciente en lugar de sustraerla. 

Resultado de imagen de inception   Realmente, lo que más nos importa de esta historia es como se trata la idea de los sueños. Muchas veces, cuando los personajes están en un sueño no se dan cuenta de que no es la realidad, y está hecho de manera que a la audiencia también le lleve un tiempo darse cuenta de si lo que estamos viendo una escena que ocurre realmente o es una mera imaginación. Esto nos recuerda a la hipótesis del sueño que Descartes propuso. Como sabemos, este es un filósofo racionalista que plantea encontrar la verdad absoluta, que posea unas ideas claras y distintas para obtener una filosofía cierta y ordenada. Para conseguirla utiliza el medio de la duda metódica, por el que duda de todo hasta encontrar una evidencia por la que ningún concepto se podrá dudar de ella, y esa será la verdad absoluta.

   Con esta teoría podríamos enlazar muchas de las situaciones dadas en la película de Origen:

   Pues bien, la película de Origen explora estos temas que ya se planteaba Descartes. Una de las soluciones que se dan a este problema es que nuestra memoria nunca podría conectar un sueño con otro y con nuestra vida en general de manera organizada del mismo modo que lo hacemos con los hechos que ocurren cuando estamos despiertos. En la película, sin embargo, este argumento no es completamente válido ya que cuando el protagonista está durmiendo en la película, es consciente de la posibilidad de que lo que ocurre no es real, por tanto no hay manera de saberlo con certeza.

   También se llega a la conclusión de que no podemos soñar algo que no hemos vivido, es por esto que en la película, se crean diferentes capas o niveles de sueños que son lugares o situaciones familiares a la persona en cuya cabeza se están metiendo. Davis Hume diría algo similar más adelante en su libro Investigación sobre el entendimiento humano en el que afirma que no podemos crear nada absolutamente nuevo en nuestros pensamientos, da el ejemplo de una montaña de oro, sabemos cómo es una montaña, y conocemos el color oro, podemos juntar estos dos conocimientos aunque nunca lo hayamos visto, pero aquí no hay nada nuevo. Los protagonistas de la película hacen lo mismo, usan cosas de su vida para crear un mundo lleno de edificios de ciudades que han visitado y elementos conocidos para crear estos niveles dentro de los sueños. Como dice un personaje cuando crean estos mundos, “Debemos imaginar lo que ya conocemos”.

  En la película, la palabra incepción se usa cuando se implanta una idea en la cabeza de alguien que no estaba ahí originalmente. Esto nos puede recordar al método usado por Descartes para explicar la idea de Dios a través del Yo. Busca en nuestra cabeza una idea como la de infinito, que solamente podríamos haber conocido si Dios nos la hubiese puesto ahí, pues nosotros, como seres finitos nunca habríamos podido llegar a ella. La función del dios cartesiano podría ser en cierta medida con la acción de incepción que plantea la película.

  Esta es una película muy interesante y compleja. Hace una buena labor de que te plantees lo que es realmente la realidad, y también resulta curioso ver como algo que ya se planteaba Descartes hace cientos de años sigue siendo una duda que se nos puede seguir planteando incluso hoy en día.

   Personalmente creo que aunque en un principio no podamos distinguir entre el sueño y la vigilia esto tampoco debería ser un problema en nuestras vidas. Quizá para el filósofo sea un gran dilema, pero sea nuestra vida verdad o no tampoco tiene mucha relevancia a la hora de vivir. Puede que nunca lo sepamos, pero realmente mientras que para ti la vida tenga sentido, ¿es realmente necesario aclarar esta cuestión?